¡GENOCIDA! Maduro bloquea la ayuda humanitaria para esconder el horror de los hospitales
La Venezuela de Maduro se traduce en una profunda crisis
social. Han transcurrido seis años de su régimen y el país se cae a
pedazos. No existe ningún sector que se encuentre en condiciones
óptimas, y la sanidad es una de las peores caras de la crisis venezolana
Es manifiesto el deterioro de cualquier centro médico público
del país. Las salas de operaciones carecen de aire acondicionado, los
equipos están averiados y las intervenciones quirúrgicas se hacen sin
ningún tipo de anestesia, pero mientras tanto Maduro insiste en negar la
crisis y sostiene que la ayuda humanitaria hoy es una «excusa» para
justificar una eventual invasión militar en el país petrolero.
Pablo Zambrano, secretario Ejecutivo de Federación de Trabajadores de
la Salud, considera que la salud va más allá de lo político. «Es un
derecho humano que ha sido violentado por falta de autoridades y vemos
las consecuencias».
En un recorrido por el Hospital Materno Infantil de Caricuao «Dr
Pastor Oropeza» ubicado en un sector popular ( barrio) al oeste de la
capital ABC pudo constatar el horror con el que los más necesitados de
Venezuela tienen que vivir. Una joven médico residente Oriana Perdomo
denuncia sin disimulo que lo que ocurre en ese y la mayoria de los
hospitales es que las directivas son «mafias organizadas de la medicina»
y que cuentan con el apoyo de funcionarios con mucho poder. «En un
hospital como este con capacidad de 110 camas solo están operativas un
20 por ciento, los quirófanos estan casi inoperativos y las salas de
parto no cuentan con la asepsia correspondiente», añade.
En la sala de emergencias del materno infantil de Caricuao,
un recién nacido de apenas dos meses con cuadro severo de neumonía
luchaba por su vida; y la única vía para tratarlo es mediante una
bombona de oxígeno. «Dígame usted si esto no amerita ayuda humanitaria.
Acá no lo podemos tratar solo con esto. Esperemos que llegue una
ambulancia que lo traslade para que lo ubique en otro centro asistencial
que lo pueda recibir», comenta una de las enfermera que lo atiende.
«A Venezuela no se le puede hacer una promesa falsa de una supuesta
ayuda humanitaria. No somos mendigos de nadie», expresó en referencia al
Plan País presentado por el presidente interino, Juan Guaidó, quien
priorizó el ingreso de insumos y medicamentos para la población
vulnerable.
Los numeros no mienten y muestran la radiografia del país. La
Encuesta Nacional de Hospitales publicadas a finales del 2018 por
organizaciones independientes reveló que 43,24 % de los laboratorios del
país se encuentran «absolutamente» cerrados. Ademas de que un 51,3 % de
los centros de salud no cuentan con servicios de rayos X y el 67,57 %
de los centros de salud reportaron fallas eléctricas.
La oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas advierte que el
Gobierno de Maduro no ha reconocido la existencia de la actual crisis
de salud y no ha solicitado la cooperación internacional que la
situación exige, y en la que se ven afectados 300.000 pacientes con
enfermedades crónicas.
Sobre el origen de la ayuda humanitaria.
En 2016, la Asamblea Nacional, con mayoría opositora y comenzando el ejercicio de sus funciones, decretó una crisis humanitaria en el sector de la salud venezolano.
El Parlamento tomó la medida “en vista de la grave escasez de medicamentos, insumos médicos y deterioro de la infraestructura humanitaria”, según se lee en el acuerdo aprobado. El texto le exigía al gobierno de Nicolás Maduro «garantizar de manera inmediata el acceso a la lista de medicamentos esenciales que son básicos, indispensables e imprescindibles y deben ser accesibles en todo momento».
Uno de los puntos contemplados era aceptar donaciones de medicamentos de otros países y convocar a la industria farmacéutica nacional y al Ejecutivo a buscar soluciones urgentes. Días después, la ley fue declarada inconstitucional por el Supremo de Maduro.
Por Jorge Benezra / abc.es
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