En un barrio cualquiera de la gran ciudad, en un pequeño apartamento habitan los modernos y característicos viajeros de la época actual. No se sabe exactamente de donde vinieron, cuando ni como llegaron aquí, lo único cierto por su acento comparado con el de los locales es que llegaron de lejos, muy lejos, con un par de maletas viejas, cargadas de muchos suenos y poca ropa. La familia Chitos como el resto de los mortales inicialmente estaba formada solo por el señor Chan y su señora a quien cariñosamente el se refería como Chita. Los vecinos se fueron acostumbrando a verlos salir diariamente para ir a su trabajo, al mercado,o simplemente a caminar por el barrio. “Ahí van el señor Chan Chito y su señora Chan Chita” – comentaban los vecinos al ver a la pareja
siempre cogidos de la mano, riendo y disfrutando de la vida. Para aquel entonces nuestra querida familia Chitos caminaba a paso ligero, vestidos casualmente con “jeans”, botas, y una chaqueta en el invierno o simplemente en “shorts”, tenis y camisa en el verano.“Es una pareja agradable” -comentaban algunos-. “Y muy trabajadores” -agregaba alguien mas- “Me encanta verlos juntos tomando su caminata” -enfatizaba la viejita que los había visto desde que
llegaron al barrio. Total que la pareja de los Chitos se hicieron conocidos y al pasar a su lado los vecinos simplemente con un movimiento de cabeza y una ligera sonrisa los saludaba. Pasaron los anos en medio de la rutina y a simple vista nada cambiaba. Hasta que un dia el tendero a quien sus clientes se referían como señor Jo Don ( corto para no decir José Donatello) le comento a sus amigos que últimamente los Chan se veían un poquito mas gorditos, especialmente Dona Chita.“No sera que esta embarazada?” respondió rápidamente Me Tiche el cuarentón que siempre estaba listo a comentar lo que cualquiera dijera. Las miradas de todos los presentes se cruzaron. “Umh”! Dijo pausadamente Ta gueno el anciano que siempre estaba de acuerdo con lo que se dijera. “Puede ser, uno nunca sabe”. Efectivamente cada dia que pasaba se notaba que a Doña Chan Chita le aumentaba el diámetro de su cintura , las caderas eran mas amplias y aun su cara parecía mas redonda. Hasta que llego el dia que todos en el vecindario escucharon el ruido de la sirena de la ambulancia que se estacionaba frente a la residencia de los “Chitos”y en cuestión de minutos aparecía sobre la camilla Dona Chan Chita sosteniendo la mano de Don Chan Chito, mientras los enfermeros los subían por la puerta trasera. La ambulancia desapareció en la distancia, mientras los mirones comentaban que sus observaciones habían sido correctas. En verdad otro “Chito” estaba a punto de llegar al vecindario. “Como vamos a poner a nuestro hijo?' - pregunto en voz baja Doña Chita- mientras masticaba el trozo de pan con mantequilla y queso que sostenía en la mano derecha y lo bajaba con el trago de Coca Cola que nunca le faltaba a la hora de comer. “Que tal “Jamón Chito?” -dijo a manera de pregunta Don Chan Chito, acentuando con su mano que el color rosado y los cachetes pronunciados del recién nacido sin saber porque le recordaban la hora del almuerzo. Doña Chita bajo el bocado apresuradamente y haciendo un ligero movimiento vertical de cabeza gimió - “Si me gusta”. No se hablo mas del asunto, Jamón Chito era la nueva adición a la familia. Así como Jamón Chito crecía lo mismo sucedía con la anatomía de sus progenitores. Las camitas que antes eran un placer ahora eran un verdadero sacrificio que requería mas esfuerzo y el que en muchas ocasiones ni siquiera se realizaba. Por accidente mas que por preferencia Dona Chita dio a luz su segundo vástago, que en esta ocasión era como ella, una Chita. Esta vez fue sin embargo ella quien decidió el nombre que llevaría la pequeña, pues en verdad era mas apropiado que ella le bautizara pues después de todo seria mucho el tiempo que pasarían juntas. Dona Chita desde muy pequeña había deseado una compañera con quien hablar, con quien caminar, con quien compartir, con quien envejecer. Al repetir una y otra vez estas frases se dio cuenta que la palabra Con estaba en todas ellas. Abruptamente se levanto de la silla y grito en medio de la habitación.”Eso es! Con” No hay un mejor nombre. Es fácil de recordar y pega muy bien con nuestro apellido”. “Con Chito” – pronuncio con alegría como si hubiera encontrado la respuesta a tan ansiada pregunta. Sin embargo al reflexionar le pareció que algo faltaba. No podía pensar en que era. Fue en ese momento que Don Chan Chito entro por la puerta y como siempre dijo en voz alta: “Ya llegue Chita”. Dona Chita sacudió la cabeza como si su mente hubiese recibido una descarga -dijo con alegría- me haz ayudado a completar el nombre de la nina.” “Ves? Hoy en dia los niños tienen un segundo nombre. Tu sabes que el primero es Con. Pues bien el segundo sera Chita'. Con Chita Chito. Suena pegajoso. Sabes?. He oído nuestro apellido tan frecuentemente que hasta me parece que somos muy populares”. Así con la familia ya completa los Chitos, continuaron dedicados a pensar y trabajar por el futuro de Jamón Chito (no segundo nombre) y Con Chita Chito a quienes procurarían preparar para que tuvieran una vida mas productiva que la de ellos.
siempre cogidos de la mano, riendo y disfrutando de la vida. Para aquel entonces nuestra querida familia Chitos caminaba a paso ligero, vestidos casualmente con “jeans”, botas, y una chaqueta en el invierno o simplemente en “shorts”, tenis y camisa en el verano.“Es una pareja agradable” -comentaban algunos-. “Y muy trabajadores” -agregaba alguien mas- “Me encanta verlos juntos tomando su caminata” -enfatizaba la viejita que los había visto desde que
llegaron al barrio. Total que la pareja de los Chitos se hicieron conocidos y al pasar a su lado los vecinos simplemente con un movimiento de cabeza y una ligera sonrisa los saludaba. Pasaron los anos en medio de la rutina y a simple vista nada cambiaba. Hasta que un dia el tendero a quien sus clientes se referían como señor Jo Don ( corto para no decir José Donatello) le comento a sus amigos que últimamente los Chan se veían un poquito mas gorditos, especialmente Dona Chita.“No sera que esta embarazada?” respondió rápidamente Me Tiche el cuarentón que siempre estaba listo a comentar lo que cualquiera dijera. Las miradas de todos los presentes se cruzaron. “Umh”! Dijo pausadamente Ta gueno el anciano que siempre estaba de acuerdo con lo que se dijera. “Puede ser, uno nunca sabe”. Efectivamente cada dia que pasaba se notaba que a Doña Chan Chita le aumentaba el diámetro de su cintura , las caderas eran mas amplias y aun su cara parecía mas redonda. Hasta que llego el dia que todos en el vecindario escucharon el ruido de la sirena de la ambulancia que se estacionaba frente a la residencia de los “Chitos”y en cuestión de minutos aparecía sobre la camilla Dona Chan Chita sosteniendo la mano de Don Chan Chito, mientras los enfermeros los subían por la puerta trasera. La ambulancia desapareció en la distancia, mientras los mirones comentaban que sus observaciones habían sido correctas. En verdad otro “Chito” estaba a punto de llegar al vecindario. “Como vamos a poner a nuestro hijo?' - pregunto en voz baja Doña Chita- mientras masticaba el trozo de pan con mantequilla y queso que sostenía en la mano derecha y lo bajaba con el trago de Coca Cola que nunca le faltaba a la hora de comer. “Que tal “Jamón Chito?” -dijo a manera de pregunta Don Chan Chito, acentuando con su mano que el color rosado y los cachetes pronunciados del recién nacido sin saber porque le recordaban la hora del almuerzo. Doña Chita bajo el bocado apresuradamente y haciendo un ligero movimiento vertical de cabeza gimió - “Si me gusta”. No se hablo mas del asunto, Jamón Chito era la nueva adición a la familia. Así como Jamón Chito crecía lo mismo sucedía con la anatomía de sus progenitores. Las camitas que antes eran un placer ahora eran un verdadero sacrificio que requería mas esfuerzo y el que en muchas ocasiones ni siquiera se realizaba. Por accidente mas que por preferencia Dona Chita dio a luz su segundo vástago, que en esta ocasión era como ella, una Chita. Esta vez fue sin embargo ella quien decidió el nombre que llevaría la pequeña, pues en verdad era mas apropiado que ella le bautizara pues después de todo seria mucho el tiempo que pasarían juntas. Dona Chita desde muy pequeña había deseado una compañera con quien hablar, con quien caminar, con quien compartir, con quien envejecer. Al repetir una y otra vez estas frases se dio cuenta que la palabra Con estaba en todas ellas. Abruptamente se levanto de la silla y grito en medio de la habitación.”Eso es! Con” No hay un mejor nombre. Es fácil de recordar y pega muy bien con nuestro apellido”. “Con Chito” – pronuncio con alegría como si hubiera encontrado la respuesta a tan ansiada pregunta. Sin embargo al reflexionar le pareció que algo faltaba. No podía pensar en que era. Fue en ese momento que Don Chan Chito entro por la puerta y como siempre dijo en voz alta: “Ya llegue Chita”. Dona Chita sacudió la cabeza como si su mente hubiese recibido una descarga -dijo con alegría- me haz ayudado a completar el nombre de la nina.” “Ves? Hoy en dia los niños tienen un segundo nombre. Tu sabes que el primero es Con. Pues bien el segundo sera Chita'. Con Chita Chito. Suena pegajoso. Sabes?. He oído nuestro apellido tan frecuentemente que hasta me parece que somos muy populares”. Así con la familia ya completa los Chitos, continuaron dedicados a pensar y trabajar por el futuro de Jamón Chito (no segundo nombre) y Con Chita Chito a quienes procurarían preparar para que tuvieran una vida mas productiva que la de ellos.
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