miércoles, 18 de noviembre de 2015

Las aventuras del señor Chan # 5

Como cada mañana el señor Chan se dispuso a ir a su trabajo.Después de tomar una ducha,al salir del baño busco la ropa que la señora Chan le había preparado. Sin querer su mirada se desvió hacia la bascula que desde hacia años  tenían a la entrada de la puerta. Arrugo la cara y se dijo así mismo: "mejor no".  Le frustraba leer los números que leía al tratar de pesarse. Le costaba trabajo admitir que ya los pantalones que solamente dos años  atrás se ponía hoy no le servían. Pero mas pudo la curiosidad que su ego y se monto sobre la pequeña   maquina de color verde añeja . Por un momento se resistió a mirar hacia abajo, cerro los ojos y mentalmente se repetía de que no había ganado peso desde la ultima vez  que se había pesado. Cedió ante la curiosidad y primero con el ojo derecho entreabierto miro los números. "Que?" -dijo casi gritando- ya con la vista completamente fija en el numero que parecía sentenciarlo a pertenecer al grupo de los "obesos". "No puede ser!" "!No puede ser", insistía incredulamente como si en verdad eso fuese a borrar los números que aparecían en la pequeña ventana de la bascula. Ah! no vuelvo a pesarme ! -dijo en voz alta-. "Mi amor!. Estas bien?" repitió el eco que producía el pasillo desde la cocina. "Yo si. Pero la bascula creo que no!".  "Oh no te preocupes unas cuantas libritas demás no quieren decir nada." Aja! asintió Don Chan, mientras equilibrando su cuerpo sobre la pierna derecha hacia esfuerzos para atravesar el pantalón que por momentos le parecían  demasiado estrechos.  Busco la manga derecha de su camisa y ya casi sudando logro abotonarla. El ultimo de los agujeros de su cinturón estaba a punto de reventar y excepto por sus zapatos en unos cuantos minutos mas estaría en camino al trabajo. Se sentó al borde de  la cama cogiendo antes el zapato derecho y depositando el izquierdo a su lado para evitar  tener que agacharse dos veces. Don Chan Chito beso en la mejilla a  su Chan Chita. Se subió en su viejo y destartalado Ford  98. Prendió la ignición y su mano derecha mecánicamente busco el cinturón de seguridad.Escasamente cubría su abultado abdomen y de momento parecía como si fuera a estrangularlo. La distancia que cubrió Don Chan no fue mucha, pues la fabrica donde había estado trabajando por los últimos 15 anos todavía estaba en el mismo sitio."Buenos días Don Nicolasio -saludo don Chan- al celador de la fabrica, un hombre que por apariencia parecía ser de la familia. De bigote ancho, elevada estatura y pobre expresión vocal tenia aun mas tiempo al servicio de la fabrica que el mismo Don Chan. Buuenos diias!! -respondió al saludo de don Chan arrastrando las vocales de las dos palabras pronunciadas como si pesaran lo mismo que su cuerpo. Por falta de tiempo aquel dia Don Chan Chito no se detuvo a hablar con don Nicolasio pero le prometió que lo haría al salir del trabajo.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario