El amigo Chan Chito se encontraba trabajando y los niños Jamón y Con Chita aun no llegaban de la escuela, así que la señora de Chan Chito, aprovecho para salir de compras. Antes de salir hecho una mirada en el refrigerador: Que raro! pensó- juraba que todavía teníamos mayonesa, mantequilla y pan. Eh! y la tocineta, el queso, la mantequilla de maní. Donde están? Que paso? -se dijo a si misma con duda inexplicable- Cuando se disponía a cerrar la puerta su mirada se detuvo en el compartimento de las bebidas frías y abriendo los ojos desmesuradamente dejo salir un rotundo NO!. Las botellas de Coca Cola, jugo de naranja y de fresa, estaban completamente vacías! No puede ser! "No hace ni tres días que traje del mercado esas bebidas y ya no hay ni una gota! Dios mio que esta pasando en esta casa?" -reflexiono la señora Chito- poniendo la rodilla derecha sobre el piso para luego agacharse y levantar la pequeña caja que escasamente tenia sobrantes de mermelada. Uf! gimió el ama de casa, haciendo un tremendo esfuerzo mientras trataba de levantarse. Recogió el bolso que luego colgó al rededor de su cuello, con la mano izquierda tomo el carrito de compras, mientras con la derecha preparaba las llaves para asegurar la puerta del apartamento. Eran escasamente tres cuadras las que separaban el mercado e la casa de los Chitos. La señora Chita disfrutaba la caminata y sin preocuparse se detenía a mirar las vitrinas de la farmacia, los teléfonos celulares, de ropa. Pero lo que mas le llamaba la atención era el salón de belleza donde continuamente veia muchas jovenes con la cabeza llena de rulos, con colorantes y aun con el protector de plástico que caía sobre los hombros para evitar manchar la ropa.Le fascinaba todo aquello porque aun recordaba los tiempos cuando el señor Chan la llevaba a bailar los fines de semana, al cine o simplemente a caminar en el Parque Central. Añoraba aquellos tiempos y se veia vistiendo la talla 6 que ya hacia años se había transformado, pues ahora era necesario agregar un uno si quería que los pantalones o la falda que se intentaba poner le sirvieran. El reflejo en el vidrio de la vitrina le recordó que debía entrar a la farmacia para comprar la crema antiarrugas pues la temida pata de gallo empezaba a asomarse en la esquina de sus ojos.Después de mas de media hora, Dona Chita entro en el mercado. Su memoria le recordó lo que faltaba en casa , así que busco el pasillo donde los embutidos,los derivados de la leche, las sodas y los huevos se encontraban. Miro la fecha de vencimiento y con sonrisa se repitió: "Para lo que duran las cosas en casa,no debería ni mirar hasta cuando servirán!' Con los cupones de descuento en mano se dirigió a los estantes donde encontró las bebidas azucaradas y se aseguro de que comprando dos botellas de litro de soda le regalarían una."Creo que ya tengo todo, lo que necesito" -pensó- y busco los mostradores donde pagar, Fue en ese momento que que al pasar por el refrigerador del mercado se dio cuenta del anuncio escrito a mano que anunciaba el especial del dia: Lleve dos libras de chuletas de puerco y la tercera a mitad de precio. "Que"? se quedo pensando, "No puedo dejar pasar esta oportunidad. Si llevo 4 libras prácticamente una libra me sale gratis!'. Antes de pagar se aseguro de comprar los "begels", pero mas que todo el pan con cebolla que tanto le gustaba a su familia. De regreso a casa recordó que era la fecha para pagar la cuenta de su móvil. Dejo el carrito del mercado afuera. Abrió la puerta del almacén y al tratar de entrar se dio cuenta de que tenia dificultad para pasar, así que decidió mejor hablarle al empleado a través de la ventana. Finalmente después de casi tres horas llego a casa. Cansada ya, se quejo de los tres escalones que eran necesarios subir para poder entrar. Así que sin pensarlo dos veces se sentó en uno de los escalones a esperar a Jamón y Con, después de todo ya solo faltaban diez minutos para que llegaran de la escuela.
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